HAY PAISES EUROPEOS EN LOS QUE ESCAPAR DE LA CARCEL NO ES DELITO

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LA RAZÓN. (MARA FERNÁNDEZ).

En el complejo panorama legal de Europa, cada país establece sus propias normas respecto a la justicia penal, lo que genera notables diferencias entre fronteras. Uno de los aspectos más curiosos y menos conocidos del derecho penal europeo es que, en algunos países, escapar de la cárcel no se considera un delito en sí mismo. Esta peculiaridad legal se basa en la idea de que el deseo de libertad es una reacción humana natural, lo que hace que, en ciertos casos, el intento de fuga no sea penalizado con cargos adicionales. Aunque pueda parecer sorprendente, esta visión más humanista del sistema penitenciario no es tan rara como podría pensarse. En algunos países europeos, las leyes reconocen que, mientras el prisionero no dañe a nadie ni cometa otros delitos durante su fuga, simplemente intentar escapar no debería suponer una infracción adicional.

Países donde escapar de la cárcel no es delito

Según el mapa proporcionado por la cuenta de Tik Tok @pueblosdaily, los países europeos donde escapar de la cárcel no constituye un delito son: Alemania, Austria ,Suiza, Países Bajos, Bélgica, Suecia, Dinamarca, Islandia.

En todos estos países, aunque el intento de fuga no se considera delito, sí puede conllevar consecuencias prácticas, como la pérdida de beneficios penitenciarios, vigilancia más estricta o traslado a una prisión de mayor seguridad. La razón detrás de esta legislación poco común reside en una perspectiva más rehabilitadora y empática hacia los reclusos. Se parte de la premisa de que el instinto de buscar la libertad es inherente al ser humano, y no debería ser penalizado si no conlleva violencia ni daños. Este enfoque también refleja un sistema penitenciario orientado a la reintegración social, más que a la retribución o el castigo prolongado.

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QUEBRANTAMIENTOS

En realidad, cuando quebrantan una condena no volviendo de un permiso o fugandose de una prisión, lo que menos piensan es en la pena del nuevo delito, sino en las consecuencias de orden penitenciaria que se van a encontrar cuando ingresen de nuevo en prisión, sobre todo, si se han fugado del centro, es esto lo que mas les preocupa, mas que la pena, que en realidad son cortas en el Código penal salvo que haya violencia o intimidación.